Eloy Sánchez Rosillo
Realizó los estudios superiores en la universidad de su ciudad natal, por la que es doctor en Filología Románica.
La vida profesional de Sánchez Rosillo transcurrió en la Universidad de Murcia, en cuya Facultad de Letras fue profesor de literatura española.
Ha publicado once libros de poemas: Maneras de estar solo (Madrid, 1978, Premio Adonais 1977), Páginas de un diario (Barcelona, 1981), Elegías (Madrid, 1984), Autorretratos (Barcelona, 1989), La vida (Barcelona, 1996), La certeza (Barcelona, 2005, Premio Nacional de la Crítica), Oír la luz (Barcelona, 2008), Sueño del origen (Barcelona, 2011), Antes del nombre (Barcelona, 2013), Quién lo diría (Barcelona, 2015) y La rama verde (Barcelona, 2020, Premio Las Librerías Recomiendan). Los diez primeros están recogidos en Las cosas como fueron. Poesía completa, 1974-2017 (Barcelona, 2018), volumen editado por Tusquets Editores, que viene publicando los libros del autor desde hace más de veinticinco años.
Su libro más reciente es El sueño cumplido, publicado asimismo por Tusquets (Barcelona, 2023), en el que el autor recoge sus escritos sobre poesía y una selección de entrevistas centradas en el mismo tema.
Hay varias antologías de su obra: Confidencias (Renacimiento, Sevilla, 2006), El manantial del tiempo (Universidad de las Américas, Puebla, México, 2007), En el árbol del tiempo (Pre-Textos, Valencia, 2012), Hilo de Oro (Letras Hispánicas, Cátedra, Madrid, 2014), Luna de cuándo y dónde (EUNA, Universidad Nacional, Heredia, Costa Rica, 2020).
Son numerosas sus colaboraciones en diarios y revistas, así como las lecturas comentadas de sus propios poemas en España e Hispanoamérica y otros países.
Su obra está presente en las antologías colectivas más representativas y difundidas. Alguno de sus libros y selecciones más o menos extensas de su poesía han sido traducidos a otros idiomas.
Marta Pessarrodona
Poeta, ensayista, traductora y narradora.
Marta Pessarrodona (Terrassa, Vallès Occidental, 1941) desde los trece años ya estudió en Barcelona. Primeramente en el Instituto Maragall del cual guarda un muy buen recuerdo, y después cursó Historia en la Universitat de Barcelona.
Actualmente se reparte entre Barcelona, dónde ha residido desde finales de los años sesenta del siglo pasado y Sant Cugat, en el coro del Vallès Occidental. Desde 1972 a 1974 fue lectora de español en la Universidad de Nottingham (Gran Bretaña), lugar que considera que pasó los dos mejores años objetivos de su vida. Ha estado dos veces becada—sin postular por ninguna beca—por el Goethe Institut, viviendo en Berlín (1984 y 1987). Además de esto, Pessarrodona afirma que una circunstancia en concreto la aboca a decir que está felizmente casada con la ciudad de Londres desde 1967, el año de su primera estancia estudiantil, pero Berlín es su adulterio desde la primera vez que residió en aquella capital prusiana.
Laboralmente tiene una trayectoria editorial a lo largo de quince años, ya como responsable de derechos extranjeros, promoción y dirección literaria. También, es escritora independiente desde 1989. Ideó y coordinó, a lo largo de diez años, la Comisión Internacional para la Promoción de la Cultura Catalana para el Departamento de Cultura de la Generalitat de Cataluña, actividad que le permitió sentir un verdadero orgullo por su país.
Pero es que además de su trayectoria profesional, Marta Pessarrodona también ha recibido los siguientes galardones: Creu de Sant Jordi de la Generalitat de Cataluña (1997), Premio Enric Prat de la Riba de ensayo (2005), Medalla de Honor de la Ciudad de Terrassa (2013), Premio Nacional de Literatura (2011), Premio de Honor de las Letras Catalanas (2019) y el Rosalia de Castro del PEN Club gallego (2019). Actualmente a Mira-Sol (Sant Cugat del Vallès) hay una biblioteca con mi nombre y desde el 2021 un Mural en la Casa de Cultura de Sant Cugat del Vallès. Figura al Xardín das Pedras que Falan, de San Jaime de Galicia y, desde el 2021, una estrofa de un poema suyo figura al monolito del Cementerio de Terrassa, honrando las víctimas del Covid.
Una poética
Marta, como poeta, dice: Hace años en el Ashmolean Museum de Oxford de Gran Bretaña, copié una carta que exponían del poeta romántico William Wordsworth del cuál retuve que, él como poeta, o era un moralista o no era nada. Este, creo, que es mi caso, así como la seguridad de pensar que, en caso de no haber escrito la poesía que he escrito, mi vida habría sido muy distinta.
Por otro lado, cuándo leí el título de la tesis que del también poeta, Àngels Gregori, presentó en 2015 en la Universitat de València con el título” Leer y escribir la ciudad. Una propuesta de educación literaria..”. No me sorprendió nada, al tiempo que me llenó de gloria que consiguiera un “Cum laude”, justo es decir.
De todas maneras, los primeros que merecen y han hecho mi carrera, digamos, han sido mis padres, gente sin estudios universitarios, poco viajeros que, en cambio, me dieron todo lo que hiciera falta para que yo fuera universitaria y viajera. Mi mérito, si tengo alguno, es no embarcarme a escribir una novela, a pesar de haber traducido muchas, como también esforzarme en el memorialismo (biografías y retratos) con un triunvirato que ha marcado el que he escrito y vivido. Son Virginia Woolf, Mercè Rodoreda i Doris Lessing. Tres autoras que, excepto Woolf, no sólo he conocido personalmente sino que también me han honrado con su generosidad y amistad.
En cambio, me he encontrado en casa escribiendo narraciones cortas, sintéticas, que me parecen primas hermanas de la poesía. Técnicamente, en poesía he procurado crear una métrica propia, como me aconsejó Gabriel Ferrater. Por mi parte, he procurado no hacer estilo de mi propio estilo porque lo considero una señal de conformismo. Y he procurado y procuro, no perder mi capacidad innata de admiración, como lo patentiza el volumen que reúne mi poesía desde el principio hasta ahora mismo: “Todo me admira. Poesía Completa (1965-2021)”.
Antonio Colinas
Poeta, narrador, ensayista, traductor Y crítico literario.
Antonio Colinas nació en La Bañeza (León), el 30 de enero de 1946, ciudad con la que, a pesar de su trayectoria viajera, siempre ha seguido en un muy estrecho contacto. Poeta, narrador, ensayista, traductor, crítico literario, su obra ha estado siempre abierta a otras culturas, por lo que ésta posee un claro y profundo sentido de universalidad. A la vez, dicha obra siempre tiene sus raíces en su tierra natal.
Fiel a la fusión -por él tan defendida siempre-, entre la experiencia de vivir y la experiencia de escribir, entre poesía y vida, su obra literaria no se podría explicar sin su experiencia vital, que pasa -como ha analizado muy bien el profesor José Enrique Martínez, autor de En la luz respirada, la edición crítica publicada en 2004 por la editorial Cátedra- por largas estancias en diversos ámbitos culturales, en los que ha aprendido y con los que ha dialogado, como el sur andaluz (Córdoba), Madrid, Milán(Italia), Ibiza (Islas Baleares) o Salamanca.
En Italia residirá entre 1970 y 1974, años en los que trabajó como profesor invitado y Lector de Español en las Universidades de Milán y de Bérgamo. Entre 1977 y 1998 residió durante 21 años en la isla de Ibiza, plenamente dedicado ya a su labor de escritor y de traductor. A esta rica etapa le debe una buena parte de sus libros, algunos de ellos fruto de una laboriosa investigación, como Hacia el infinito naufragio. Una biografía de Giacomo Leopardi o Rafael Alberti en Ibiza. Seis semanas del verano de 1936. También otros de tono más personal, como sus libros de poemas o sus dos Tratados de armonía, en los que el autor reconoce su "filosofía de la vida" durante esta etapa isleña. Durante la misma y hasta la actualidad también ha ejercido una amplia labor periodística y de crítico literario en diversos periódicos y en revistas nacionales y extranjeros.
En 1971 se casó con María José Marcos y tiene dos hijos, Clara y Alejandro.
Una poética
La poesía es para mí una vía de conocimiento. Es decir, un medio para sentir, interpretar y valorar la realidad y nuestra propia experiencia humana. Pero no sólo esa realidad aparente que los ojos ven, sino la que yo he llamado en otros momentos una realidad transcendida o trascendente. Creo que a la poesía no le está destinada la misión informativa que, de manera más concreta o “fotográfica”, nos ofrecen otros géneros literarios, como el ensayo o el periodismo. En el poema, la palabra se caracteriza porque es y debe ser, ante todo y sobre todo, palabra nueva.
No basta con copiar o repetir la realidad, o los temas de la tradición. Hay que hacerlo con palabra que se distinga, con palabra nueva. Es la novedad que ofrece la palabra poética –su necesidad de fulgor, de intensidad, de emoción, de pureza formal-, lo que distinguen al poema, lo que hace que el poema sea tal poema y no prosa cortada engañosamente en trozos. Estas son algunas de las características que yo le exijo al poema para que sean verdadero poema.
La poesía es también algo estrechamente unido a la vida, a la experiencia de ser, al viaje exterior e interior de cada creador. No concibo un mundo sin poesía y no concibo, por ello, que ésta no vaya estrechamente unida a la experiencia cotidiana. Bajo este punto de vista, la creación poética tiene mucho que ver con lo que Jung reconocía como proceso de individuación, es decir, el que nos lleva a cada uno de nosotros al pleroma: a ser lo que cada uno de nosotros queremos y debemos ser, a la plenitud. Por eso, la poesía se manifiesta a través de un lenguaje que nos sitúa en un alto grado de consciencia y que nos pone en ese camino que conduce a la plenitud de ser.
Feliu Formosa
Poeta, dramaturgo y traductor.
Licenciado en Filología Romántica por la Universitat de Barcelona, amplió sus estudios en el ámbito de la Germanísnita, en el que ha realizado la mayor parte de su labor. Ha traducido indistintamente al catalán y al castellano. Destaca la traducción de la obras dramátricas de Bertol Brecht, Ernst Toller, Tankred Dorst, Antón Chéjov, Henrik Ibsen y Thomas Berrnhard, entre otros autores; ha traducido poemas de Gerog Trakl, Goethe y François Villon. Con respecto a la narrativa, ha sido traductor de Thomas Mann, Hermann Hesse, Robert Mussil, Hienrich Böll, Franz Kafka, Joseph Roth o Heinrich von Kleist, así com traductor de ensayos de Doris Lessing y Peter Weiss.
Con respecto a su trayectoria poética, inició su carrera en el año 1973 con la publicación de dos poemarios: Albes breus (Proa), y LLibre de les meditacions (Edicions 62). Es autor de una veinta de libros de poesía. Su último trabajo, Papallona de l’ombra (Pagès Editors), se publicó en 2018.
Formosa es uno de los escritores más galardonados en el panorama de las letras catalanas. Ha sido reconocido con el Premi Carles Riba de poesía por Llibre dels viatges (1977), Premi Crítica Serra d’Or de memòries por El present vulnerable (1980); Premi Ciutat de Palma – Joan Alcover de poesia en Català con Joan Casa i Fuster por Amb efecte (1986); Premi Lletra d’Or por Semblança (1987). Con respecto al reconocimiento por su trayectoria y entrega en el panorama cultural, ha recibido la Creu de Sant Jordi (1988); el Premio Nacional a la Traducción por el Ministerio de Cultura (1994); Premi Butaca, que honra toda una vida dedicada al teatro (2005); Premi d’Honor de les Lletres Catalanes (2005); Premi Nacional de Teatre (2007); Premi Jaume Fuster dels Escriptors en Llengua Catalana (2006), Premi Friederich-Gundolf-Preis por la difusión de la cultura alemana (2011), y Medalla de la Ciutat de Sabadell al Mèrit Cultural (2012).