Ganadores XII Concurso de Poesía Fundación Occident
CATEGORIA A – Castellano
Abuela y locomotora – Daniel Wence Partida
Mi abuela
que era gorda como una nube en agosto
que se pintaba los labios
con mermelada de fresa
que tenía en su mirada geografía con cataratas
y poemas crípticos
que era en esencia gorda
porque su amor hinchaba
que adivinaba nietos con el olfato
que, como comprendí más tarde:
su carne era su bondad
que estaba delirante, sonrosada
depositada en el rechinido
de aquella silla mecedora,
que sonreía y echaba el humo por su nariz;
mi abuela
que era rítmica, mística, dulce
que modelaba flores con papel crepé
y era también oscura
como el cristal de los aparatos de petróleo
que predijo su muerte
y la anunció cantando
mientras nosotros hurgábamos
vestigios de su fogón
que marchó peregrina
llevando consigo una murmuración de hijas
con sus miradas límpidas
con las chapitas rojas de papel de flor
y manos trémulas de tan hermosas,
y llevaba consigo un can casi tan negro
como las ojeras que dejó el hollín
que llegó, que vino, que se fue delirante
entre color y parafina;
mi abuela
que era locomotora y nube
máquina y meteoro
que en un abrazo de gordos brazos
mi abuela gris, como nube de agosto,
me arrullaba,
y yo dormía en sus brazos, gordos
suavecitos como almohadas
y era entonces, yo, como un tren
pequeñito, jugando al cigarrillo
rondando siempre sus pies;
mi abuela
que, gorda de amor, como una nube de agosto,
estuvo, siempre, a punto de llover.