El investigador y cardiólogo Borja Ibánez, uno de los galardonados con el Premio a la Investigación Fundación Occident 2021, explicaba hace unas semanas en El Mundo su investigación para desarrollar nuevos tratamientos que minimicen o eliminen la toxicidad cardíaca de algunos tratamientos para el cáncer.
Ibáñez, que hace unos días era reconocido por la revista Forbes como uno de los 100 mejores médicos de España, combina su carrera como cardiólogo en el Hospital Fundación Jiménez Díaz de Madrid con su investigación en el Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC), donde es director de investigación clínica.
En el marco de su investigación para desarrollar una intervención terapéutica que permita reducir la prevalencia de la insuficiencia cardíaca en supervivientes de cáncer, y que se asocia a las antraciclinas presente en el 60% de los tratamientos contra el cáncer. Según datos clínicos, hasta un tercio de los pacientes que reciben antraciclinas a dosis altas tienen efectos adversos en el corazón.
Ibáñez y su equipo han descubierto que una dieta rica en grasas podría resultar beneficiosa. Además, sus estudios exploran también los efectos del ayuno intermitente para eliminar mejor estas toxicidades asociadas a los tratamientos oncológicos.