Dejando huella
Con Fundación Balia hemos apoyado ya a 326 niños, pero eso no es suficiente
Newsletter #5 | Diciembre 2025
España tiene la tasa de pobreza infantil más alta de la Unión Europea. Un 29,2% de nuestros niños y niñas viven en riesgo de exclusión social. Para ellos, esta situación supone la merma de su calidad de vida y de sus oportunidades en el futuro. Además, esta situación deja una huella profunda y duradera en su percepción de ellos mismos y de la sociedad.
Que nuestra tasa de pobreza infantil sea 10 puntos porcentuales mayor que la media Europea, y el triple que la de países como Dinamarca y Finlandia, nos debe preocupar a todos. Y la solución está en mejores políticas, pero también en nuestras manos. En 2001, Fundación Balia tomó como bandera la responsabilidad de ayudar al crecimiento personal y académico de niños y jóvenes con un programa integral de educación en habilidades y valores, que también integra a las familias. Y, desde Fundación Occident, nos sumamos hace ya 20 años a sus esfuerzos. Juntos hemos contribuido a la formación de 300 niños y niñas de entre 5 y 7 años de edad.
Las Aulas Balia en Madrid, Guadalajara y Sevilla, acogen a niños y jóvenes de familias con pocos recursos económicos. Un 70% de ellas son de nacionalidad española, y casi el 60% tienen una renta inferior a 560 euros por unidad de consumo. Este indicador permite comparar los ingresos de hogares de distinto tamaño y composición, teniendo en cuenta que los gastos familiares no aumentan de manera proporcional a cada persona adicional. Así, el primer adulto del hogar recibe un peso de 1, cada adulto adicional un peso de 0,5, y cada menor de 14 años un peso de 0,3.
Los menores a los que dan apoyo en estas aulas se caracterizan por tener dificultades académicas y carencias de recursos de atención –dos variables muy relacionadas y que afectan a más del 50% de los estudiantes– así como también cargas familiares y dificultades de sociabilización.
En las Aulas Balia con apoyo de Fundación Occident, los niños acuden al centro cinco tardes a la semana durante todo el periodo escolar. Allí meriendan, y participan en actividades de regulación emocional, refuerzo y apoyo escolar, que se complementan con actividades de educación emocional y en valores, y en competencias digitales. En 2024, reforzamos también nuestro apoyo durante el verano, y hemos financiado su participación en las colonias estivales.
“Para mi, Balia es mi segunda familia”, dijo uno de los estudiantes en el curso 2020-2021, cuando la pandemia azotó todas nuestras vidas, pero incluso más las de personas que viven en situaciones de vulnerabilidad.
Entre los estudiantes Balia, hay personas que tras más de 10 años de apoyo, ahora son una abogada especializada en derecho penal o un profesional que da apoyo a otros niños y jóvenes. A través de ellos, el impacto de este programa se amplifica, y juntos transformamos el futuro de muchas más personas.
Por eso, con la vista puesta en estos 20 años de colaboración con Fundación Balia, queremos celebrar juntos el haber transformado la vida de centenares de niños y niñas, miles si tenemos en cuenta el conjunto de los programas Balia. Desde Fundación Occident seguiremos trabajando con ellos, porque cientos de estudiantes pueden parecer mucho, pero no es suficiente. Estos niños y jóvenes merecen que apostemos por ellos.
Si quieres conocer más sobre nuestra colaboración, entra en nuestra web. Y si quieres donar y contribuir a los programas de Fundación Balia, lo puedes hacer a través de su web.